Mi Experiencia En Un Retiro Vipassana

Recién llegada de un retiro Vipasana de 10 días de Meditación y Silencio, quiero compartir contigo mis aprendizajes sacados de la experiencia de estar dedicada únicamente a observar mi mente.

Ya lo dice Un Curso de Milagros «La mente es la enorme inteligencia que hay detrás de los pensamientos» y a penas la utilizamos, por que nos quedamos sólo con el intelecto… «La Mente Pensante» esa donde reside el miedo, la preocupación, la intranquilidad…

Lo que hoy quiero compartir te puede beneficiar, y animarte a hacer este retiro el cual que esta al alcance de cualquiera… sigue leyendo aquí. Para mi este retiro no ha sido como otros, un retiro Vipassana deja una huella diferente.

Se trata de una técnica de meditación basada en, la conciencia del cuerpo, en la que te guían para que estés observando tu respiración y tus sensaciones corporales durante 10 días ininterrumpida-mente.

Las 10 horas de meditación diarias, te sirven sobre todo al principio; para darte cuenta del caballo desbocado que es nuestra mente, y al no tener ninguna distracción ya que no está permitido ni leer, ni escribir, ni hablar, os podéis imaginar donde esta todo el foco… EN LA MENTE.

Y lo mejor es que pasados unos días de práctica, ya empiezas a ver como te vas acercando a este caballo, le puedes tocar, calmar por periodos mas largos, e incluso llegar a disfrutar de su serenidad.

Es ahí cuando también empiezas a conectar con toda la riqueza, la creatividad y la fuerza que hay dentro de uno mismo, y ves como se refleja en todo lo que te rodea; ves las mismas cosas de siempre pero con otra mirada y percepción.

Yo me quedaba embelesada con el vuelo de 3 águilas que cada día sobre las 11 hacían una coreografía perfecta y de una gran belleza.

No puedo negar que los primeros días debes prepararte para gestionar toda la basura emocional que sale a la superficie. En este retiro lo que se hace es purificar la mente y el cuerpo, para que haya limpieza ; la suciedad tiene que salir. Es duro e intenso a veces, pero el aprendizaje que te deja es infinito, muy fácil de adaptar a la vida cotidiana, con claves y pautas que no debes dejar de practicar.

Se trata de observar la mente en cada acción y no solo cuando estas meditando. El objetivo mas sanador es: LA NO REACCIÓN. Te enseñan a no reaccionar, la mente reactiva es la que nos mantiene fuera de control.

¿Y como se aprende?

Empezando por cosas pequeñas, como por ejemplo: estar sentada durante una hora sin moverte, sin rascarte , manteniendo la mente ecuánime ante las molestias.

Claro que cuesta al principio, pero cuando terminamos el retiro , la mayoría comentaba lo mismo, es increíble como cuando solo observas lo que te ocurre, sin reaccionar , le vas quitando el poder a tu mente caprichosa y lo vas adquiriendo tu; y poco a poco el quinto o sexto día, ya ni te pica ni te duele nada.

Si esto lo extrapolamos a nuestra vida diaria, nos daremos cuenta de que nos pasamos la mayor parte del tiempo reaccionado continuamente a todo; a lo que no nos gusta, a lo que nos molesta, creando un dialogo interno incesante que nos llena de estrés y ansiedad.

Y cuando algo o alguien te provoca Ira, la meditación te ayuda a que tomes acción y respondas sin reaccionar, y sin romper el equilibrio interno que tantas veces lo hacemos.

En resumen Aprendes 2 cosas fundamentales:

– Mantenerse ecuánime ante todas las sensaciones que experimentes ya sean agradables o desagradables, apreciando y dándonos cuenta de la naturaleza impermanente de todas ellas.

– Observar objetivamente y sin reaccionar, tanto los pensamientos como las sensaciones.

La Fundación Vipassana, ofrece estos cursos de forma totalmente gratuita. Se financia únicamente de las donaciones de sus propios alumnos que asisten a los cursos.

Toda la información de estos cursos esta en la web http://www.es.dhamma.org o los puedes contactar por su correo: info@es.dhamma.org

Es muy importante saber de ti, que piensas, que sientes, que quieres. Así que, te invito a dejarme tu comentario y con gusto lo leeré y responderé.

Con Cariño,

Que Tengas Paz, Alegría y Amor