Pasos para conseguir un peso óptimo y una salud radiante
Al margen de cómo te sientas en este momento debes saber que el primer paso para tener una salud óptima es empezar a saber respetar tu cuerpo.
A muchas personas les resulta muy difícil respetar su cuerpo cuando están en procesos de enfermedad, sobrepeso o están pasando por una época difícil.
Lo que sí es posible es mantener una actitud de amabilidad y de comprensión hacia nosotros mismos.
En nuestra cultura nos enseñan desde pequeños a portarnos bien, a ser buenos con los demás a no insultar…
¿Pero alguien nos enseña a hablarnos con cariño y a tratarnos bien?
¿Cuántas personas se miran al espejo y se hablan de una manera insultante?
Cuando cometemos un error o fracasamos tendemos a maltratarnos en lugar de APOYARNOS.
¿Le hablarías a un ser querido de la forma en que te sueles hablar a tí misma?
Para conseguir un peso óptimo y una salud radiante, respetarte y hablarte con cariño generarán en tu cuerpo un medio metabólico contundente para quemar las grasas que te sobran y para que tus células vivan en un ambiente equilibrado.
Dice la Doctora Christiane Northrup (de quien soy seguidora hace muchos años), que los procesos metabólicos que acompañan al estrés emocional “no resuelto “tienden a mantener en su lugar el exceso de grasa corporal, debido a los efectos de las hormonas del estrés(cortisol y adrenalina), que afectan drásticamente al metabolismo.
Vivimos en una sociedad en la que heredamos el patrón de solucionar nuestros problemas a base de conductas nocivas (como vida sedentaria, consumo de alcohol o drogas, inflarnos de pastillas, seguir infinidad de dietas), y lo hacemos creyendo que así ponemos solución a nuestros problemas.
Para muchas personas el sobrepeso representa una armadura contra el dolor que han evitado experimentar. (El dolor de abusos sexuales, el maltrato y experiencias adversas en la infancia), son una causa muy común del hábito de comer en exceso.
Estamos creando un patrón de conducta muy individualista donde hablar de lo que nos pasa se ha convertido en algo totalmente inusual. El miedo a ser juzgados al qué dirán compromete todo acto de sinceridad y hace que vayamos creando vacíos que sin duda tendremos que llenar de una manera o de otra.
En la mayoría de los casos me encuentro que la causa primera se gesta en la “disfunción familiar”. Ya sea una madre deprimida que nunca nos ha demostrado su amor, un padre que nos ha juzgado desde que nacimos, un abuso sexual por parte de un familiar. Padres ausentes, o sobreprotectores…Todo ello trae como consecuencia un defecto de amor que se traduce en una carencia afectiva y que si no lo trabajamos nos seguirá afectando hasta el último de nuestros días.
Cómo dice el Doctor Cabouli (un admirado profesor con el que me formé) , quedamos atrapados en experiencias de nuestra infancia que están aún sin resolver y por lo tanto continúan intactas a nivel inconsciente.
Las circunstancias adversas de nuestra infancia provocan un atrapamiento de la conciencia, es como si parte de nuestro puzzle se quedara allí en el suceso traumático pendiente de resolver, y hasta que no volvamos a entrar en la experiencia seguiremos manifestando esta fragmentación.
Como consecuencia a esto se produce en nosotros una pérdida de energía vital y por supuesto muchos de nuestros síntomas vienen de ahí, de esa parte que se quedó atrapada.
No sentirnos dignos de amor, someternos a una vida que no queremos, vender nuestra alma a un depredador…es una consecuencia de cómo nos trataron en la infancia.
Utilizar la gordura u otras adicciones como una armadura contra el mundo es un riesgo muy grande para nuestra salud.
Piensa si parte de tus conductas se han convertido en un “símbolo de vida no vivida” o de “sueños dejados en reserva”.
“La Bondad hacia uno mismo es uno de los mecanismos de defensa más poderoso para hacer frente a las dificultades de la vida”.
Darnos permiso para sentir nuestro malestar, preguntarnos ¿Cómo puedo cuidarme y consolarme en este momento?
Recuerda que cuando nos ofrecemos cariño y comprensión a nosotros mismos de manera constante, también empezamos a sentirnos merecedores de cariño y aceptación.
Todo lo que acabas de leer forma parte del maravilloso entrenamiento “21 Días Viviendo Consciente”, Si aún no lo has hecho te ánimo de corazón a que no esperes más para conocerte, cuidarte y dejar de ser la misma o el mismo de siempre.
Con cariño
Victoria Muñiz Terapeuta en Bioneuroemoción/ Terapia Regresiva Infancia y Coach Personal
www.victoriabio.com